Podría ser un rincón del caribe pero es la bahía de Cádiz. El paraíso del reciclado. Con los más humildes elementos de derribo y desguace se van manteniendo las casitas o cobertizos para las barcas. Elementos pobres y riquísimo sentido plástico. Un paraje delicioso donde, además, se come un sabroso pescado junto al agua. Un enclave que, esperemos, no cambie ni desaparezca.
UN LIBRO, UNA OREJA
Hace 4 días
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