Entre sus muchos tesoros, la sierra de Cádiz o de Grazalema, no sólo posee picos de hermosa ascensión, bosques de pinsapos o simas singulares. El arroyo
Bocaleones sigue fluyendo imperturbable con aguas frescas y cristalinas en pleno verano, durante julio y agosto, a partir de un perenne manantial subterráneo. A finales de julio, con unas amigas, ascendimos un buen trecho del arroyo hasta que este entra en el seno de la montaña. Calzado adecuado y bañador son indispensables. Disfrutamos de un paseo delicioso en el fondo de la garganta con el rumor del arroyo, los cantos de los pájaros, el aparente silencio, el agua fresca y las luces cambiantes. O como orientar los sentidos y el espíritu, abiertos, para gozar y dejarse sorprender. ¡Y está a menos de una hora en coche de
La Casa Grande!
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